martes, 1 de septiembre de 2009

MICRO CRONICA TAURINA.



EL RAFA, para mi colega TOMAS.




A las seis y media en punto, ni las siete de San Isidro, ni las cinco de la Feria de Otoño.

El turuta, ajustaba los labios a la boquilla del instrumento de viento, y nos anunciaba en, el madrileño pueblo de Colmenar Viejo, que comenzaba el festejo, siempre que nos,es posible acudimos al mejor cartel, y en este final de agosto, tórrido algo falto de moscas, pero no de sol, hacían el paseíllo. Luis FCO. ESPLA, Sebastian CASTELLA, y Miguel Áng. PERERA. los tendidos no tenían el glamour de las ventas, ni lo queríamos los que allí nos encontrábamos, no deseamos ni morenos engominados, ni damas con gafas de D&G (Dios que Gilipollas soy).Gente de muy diferentes edades, nos sentábamos, en el caluroso cemento.

Fueron siete morlacos, los que pisaron la arena, cuatro bragados, y tres negros, sin llegar a ser zainos completos, y fueron siete, porque uno pestañeo de una pierna y en un par de bajadas de la franela al suelo termino con una pata delantera, muy mal trecha. Los morlacos, no también armados como la Invencible española de antaño, ni la mas moderna VI Flota americana, pero tampoco tan indigentes como yo, cuando volvía en mis años jóvenes del hipódromo de la Zarzuela, podían dar mas juego en el redondel,algo picados, por los sancho- panzas y sin llegar a ser humillados por las puyas, sufrian algo mas que hace diez días cuando reposaban bajo las encinas.

ESPLA, mas maduro que una cereza del Jerte, sin recoger afínales de Julio, fue voluntarioso pero con demasiado respeto al bragado, nos saco pocos aplausos, salvo en un par de pinchazos a lomos de la bestia, el maestro, con su ya débil cabello levantado por la brisa de la sierra madrileña, se le avistaba como al diestro que todos hemos querido y que tan buenas tardes nos dio, ya quiere despedirse de los aficionados y dar paso a las generaciones de nuevos espadas.

CASTELLA, posiblemente el espada mas centrado en su arte, sobre todo para mi, con su estampa altanera, reconozco que me gusta bastante, cuando pisa el redondel, es con paso firme y mirada fija sobre su bestia, no tan amenazante y tan drástica como el de Galapagar, (José Tomas) uno de los maestros, que espero verle durante muchos años. Fue muleta en mano cuando nos ofreció destellos de buen toreo. Y con su mano y acero dialogo con su adversario de cuatro patas, como importándole poco, todo lo que pudiera suceder, fuera de ellos dos luego terminada la faena levanto con energía la cabeza sonrío al publico y con los ojos les agradeció el estar en la plaza, le dejo sin dos apéndices al bravío, siendo el Presidente demasiado complaciente.

Miguel Áng. PERERA. Estampa de espada de los anos dos mil, bonito traje de luces, en el primero no se enchufo demasiado, pero contagiado por los aplausos anteriores de CASTELLA y un quite de ESPLA, no quiso ser menos y en el sexto y ultimo, pude ver a trabes de mi objetivo de la cámara como bailaba, un perfecto vals con la franela y los ojos del zaino, y con buenos pases de las dos manos, le dejo también sin ninguno de los apéndices a la bestia, donde una vez terminada su corta vida de seis años, ya no podría escuchar mas los buenos blues que la luna y los ríos en las noches calidas le silbaban en sus orejas hoy en manos de PERERA.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que me sorprendes gratamente en tu faceta de comentarista taurino,con estilo desenfadado y grata heterodoxia,pero siendo como un alumno aventajado de Joaquín Vidal; claro que no se merece menos el el aficionado al que le dedicas la crónica taurina.

Anónimo dijo...

Ole y ole! Excelente y pinturera manera de haceer periodismo taurino, les deberias enseñar a muchos que se lo creen y no te llegan a los talones.

Me erizas con tu manera gallarda de describir el señorio de los toros. Lastima que yo pertenezca a la Sociedad Protectora de Animales e indirectamente tu le cantes a la muerte y no pueda vitorearte en tu faena de buen lenguaje.

M de mujer

Anónimo dijo...

Genial en tu faceta desconocida como crítico taurino,mostrando y desplegando arte.
A quien corresponda… o se dé por aludido…
-Un estudio de veterinarios no taurinos, que apareció el año pasado, ha demostrado que los toros durante la lidia -si ésta se realiza adecuadamente- descargan las hormonas del placer, las mismas que se producen durante el orgasmo, mientras que, cuando están en el matadero lo que producen son las hormonas del sufrimiento.
Dese un paseo por algún matadero entonces sabrá lo que es,” la tortura animal “. Verás en sus ojos el miedo a la muerte

Anónimo dijo...

Gracias anonimo, pero por ello soy vegetariana y no estoy a favor de ninguno; ni toros, ni mataderos.

M de mujer